jueves, 9 de junio de 2011

Auge y caída de una profesión controvertida...



















Desde hace más de un siglo, el trabajo de secretaria ha sido ensalzado como una oportunidad profesional maravillosa para las mujeres. Hoy, las secretarias son responsables de una mayor variedad y complejidad de tareas que sus predecesoras, pero la palabra en sí misma ha acumulado tantos clichés degradantes que en una parte importante de oficinas la dejaron de lado hace mucho tiempo, a favor de “administrativa”.


Esta imagen infravalorada y los bajos salarios de una profesión ocupada en su gran mayoría por mujeres, provocaron una crisis que se inició a finales de los años setenta y que aún está pendiente de resolver en muchas empresas.


El estereotipo de secretaria sexy y tontorrona se lleva mostrando en publicidad, novelas, películas, programas de televisión, cómics y demás formas de comunicación y creación de opinión, durante más tiempo de lo que probablemente imaginemos. Confiemos que los cambios de la sociedad y de la realidad de esta profesión, también se reflejen algún día en estos medios.

3 comentarios:

ARACELI OÑORO dijo...

Tras la huelga general del año pasado en España, leí en la prensa un artículo en el que se hacía esta pregunta: Qué pasaría si las secretarias hicieran juelga? La respuesta las que ocupamos este puesto, creo que la tenemos muy clara. Sería interesante hacer la misma pregunta a nuestros jefes, al fin y a cabo tienen derecho a opinar.

La mujer en la empresa es una trabajadora más, en su casa deja colgada la condición "doméstica". Se ha conseguido mucho en esta materia, pero todavía no es suficiente y no debemos engañarnos, y reconocer la realidad: el "aquí vale todo o casi todo", está tan vigente como en los años 70/80.
El respeto ganado a pulso es nuestro bien más preciado.

ARACELI OÑORO dijo...

Tras la huelga general del año pasado en España, leí en la prensa un artículo en el que se hacía esta pregunta: Qué pasaría si las secretarias hicieran juelga? La respuesta las que ocupamos este puesto, creo que la tenemos muy clara. Sería interesante hacer la misma pregunta a nuestros jefes, al fin y a cabo tienen derecho a opinar.

La mujer en la empresa es una trabajadora más, en su casa deja colgada la condición "doméstica". Se ha conseguido mucho en esta materia, pero todavía no es suficiente y no debemos engañarnos, y reconocer la realidad: el "aquí vale todo o casi todo", está tan vigente como en los años 70/80.
El respeto ganado a pulso es nuestro bien más preciado.

administrador dijo...

Respeto, eso es Araceli, porque creo algunas han avanzado pero OTROS no
Saludos